En ocasión del Año Internacional de la Protección y Salvaguardia del Oso Polar Antártico, queremos hacer pública una iniciativa que nos importa de manera especial. El PNRA y IPEV, en colaboración con WWF, han puesto en marcha una campaña de sensibilización que culminará luego en la selección de los próximos biólogos, veterinarios y guarda-parques que operarán en la reserva natural de Dome C para la protección y estudio de esta especie que ahora cuenta muy pocos especímenes.
En los días más claros del Catabatico, desde la cumbre de la torre de la estación Concordia, con un poco de suerte y un buen teleobjetivo se pueden fotografiar estos majestuosos mamíferos mientras van a cazar en la costa. Esta especie en peligro de extinción, se alimenta de cachorros de foca leopardo y de los pingüinos más incautos.
El oso está desaparecido de la mayor parte del continente, al día de hoy existen pocos especímenes, pero en la reserva natural de Dome C desde hace unos años se está tratando de repoblar la especie. En esta foto, el chico Timmy, nacido la primavera pasada.
A diferencia de su pariente ártico, si bien el Oso Polar Antártico es mucho más manso, es mucho más tímido, por este motivo la documentación sobre esta especie es muy poca.
En la reserva Concordia los especímenes más curiosos a menudo se acercan a la base en busca de un refrigerio rápido.
Sin embargo, es necesario nunca olvidar que el Oso Polar Antártico es siempre un predador, y también una breve excursión con el snowcat a veces puede crear encuentros inesperados.
También un reconocido productor de juguetes ha decidido adherir a la iniciativa produciendo algunas figuras en miniatura para el acontecimiento.
La Base Concordia, diseñada y construida con el único propósito de garantizar una estación permanente de vanguardia para el estudio y la preservación del Oso Antártico, este año celebra su decimocuarto año de actividad. El programa de investigación corona los esfuerzos de todos los científicos, técnicos, logísticos y todo el personal que colabora a la iniciativa desde Italia y Francia, con un logotipo conmemorativo especial.
En la foto, los biólogos Marco Buttu y Moreno Baricevic mientras estudian los especímenes en su entorno natural.
En general se quiere interaccionar el menos posible con los osos para evitar que se acostumbren demasiado a los hombres y puedan volverse dependiente de ellos, pero estos ejemplares son demasiado preciosos para arriesgarse a que aunque uno solo no pueda sobrevivir. En esta foto, el guarda-parque Mario Giorgioni con su viejo amigo, Ralph, un oso que quedó huérfano al nacer y creció con cariño de Mario.
Una característica peculiar de los Osos Antárticos es la curiosidad. En esta imagen, Betty observa a Moreno mientras trabaja en el laboratorio externo.
En esta otra foto, Larry observa a Coline Bouchayer, la conocida naturalista francesa que se ocupa de la preservación de los Osos Antárticos.
En esta última imagen, los biólogos, guarda-parques y veterinarios que componen el personal del Parque Concordia, cariñosamente conocido como "DC14".